martes, 29 de septiembre de 2009

Un viento de revés de última hora, de esos contra los que el Gran Marco Polo me enseñó a navegar a bordo de un " cuatro veinte" en Ibiza, me ha tenido en jaque cinco días. Recuperado ya del maldito resfriado lo que siento ahora es un fuerte ardor en las venas durante la hora del almuerzo el día que empiezo a vacacionar... Creo que estoy entrando en erupción, así que un último paseo con mí ahijado Mario, unos achuchones... benditas sonrisas las de esa criatura. Justo lo que necesitamos antes de secuestrar a su padre. Con crédito de secuestradores: el tío Clemen y el padrino, servidor... para hacer despertar al padre en Tanzanía, rumbo ... dios sabe.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Senatus Populusque Romanus


Con el último bocado y un brusco trago de vino de los derredores de la Fontana di Trevi, entre adoquines y maluniformados carabinbinieris, pongo pies en polvorosa rumbo a Ciampino antes de encontrarme a Tesala aparcando su imperiosa vespa frente al Colosseo di Roma.
-Ave Paulus ...
-Ave le contesto educadamente.
-Quo vadis? ..me pregunta, pero en mi registro de latinajos ya no entra la palabra aeropuerto, así que le hago entender que un pegasus me devuelve a Hispania. Fijamente me mira ... - Hispanus Gladiator?. - No, hispanus a secas..., no estoy yo para dar machetazos ahora recién comido pese a que insiste en mi cualidad de Gladiador. Ya no sé como hacerle ver que no todos los Hispanos son toreros... Me señala con la "falcata"... Excusation non petita imputatio manifesta. Así que me despido de Tesala ante su implacable Romanus lex.
Creo que es la primera vez que llego con tiempo a un aeropuerto, por suerte Ciampino no es Barajas y me permito por una hora dar cuerda a una de mis aficiones más teatrales, observar y montarme la película mientras mi hermano busca despiadadamente un baño donde desacerse de los ravioli, requisito indispensable antes de coger un vuelo... sine quae non.
Me asalta un Romano más, otro que me quiere soltar a las fieras... -Hispano?. - Sí hispano, latino... del Mare Nostrum... también. No estoy interesado en pelear con ninguna fiera, ni con ningún toro de Vitorino. Este romano es más ligth, de amanerada pose griega y sólo se interesa por la otra parte del imperio para preguntarme sobre como son los hispanos... Pues mire usted si me lo permite le contaré una historia...
En el año 1968 España recibió un regalo desde la otra orilla del Mediterráneo. El gobierno de Egipto en compensación por los trabajos de ayuda realizados desde España para salvar el templo de Abu-Simbel durante la construcción de la presa de Asuán entregó un templo como honorario, el denominado Templo de Debó situado en la ciudad de Madrid que yo descubrí una noche por la capital casualmente a las tres de la mañana y que considero una de las joyas más preciadas de "la ciudad invivible pero insustituible ", Sabina me presta la presentación. El caso... que nos lo envolvieron para regalo, desmantelado pieza a pieza para luego montarlo aquí como un tente. Los ingenieros nos adjuntaron los planos de montaje cumpliendo con el protocolo politécnico y demás. Cuando llegó a España lo situamos de este a oeste manteniendo su orientaíón solar original. Quedó muy bonito...majestuso diría yo. Pero al encajar los bloques nos sobraron piezas. Sí, así es nos sobraron algunos sillarejos... Pues así somos los Hispanos...señor romano.
El augusto romano me pidió una fotografía de "El Templo de Debod", eso está hecho. Ahí la tiene, en mi blog bajo la cabecera del relato reflejos. Ave Agustus ... factum sum servanda.