viernes, 24 de diciembre de 2010

Santa Maria del Buen Aire


Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno (...)

La vieja calle
donde me cobijo
tuya es su vida
tuyo es su querer.

Bajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver.

Volver
con la frente marchita
las nieves del tiempo
platearon mi sien.

Sentir
que es un soplo la vida
que veinte años no es nada
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra (...)

Pero el viajero que huye
tarde o temprano
detiene su andar.

Guardo escondida
una esperanza humilde
que es toda la fortuna
de mi corazón (...).


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