miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tanzania



Pese a que no responde al orden original, dejé para el final de las lecturas El Sueño de África,puesto que se adaptaba mejor a lo que iba a ser nuestro viaje en Tanzania y con ello finalicé la trilogía de Javier Reverte sobre esta bella tierra.

… Tanzania es uno de los países más sorprendentes y hermosos de la tierra, posee un tesoro del que muy pocos países del mundo pueden alardear: grandeza…

…Junto a las barrancadas abismales del valle del Rift, ante el soberbio trono del Kilimajaro, en los bordes del cráter del Ngorongoro, en las sabanas salvajes del gran Serengueti y en las playas nacaradas de Zanzibar, el alma acata con reverencia animal la grandeza del mundo…

Tanzania es el país menos recomendable para un turista convencional, lo cual lo convierte en un país aún más apetecible…

A Tanzania no deben ir más que aquéllos occidentales que desconfían del orden occidental y de los dioses de occidente…

Javier Reverte.

Después de su lectura a uno se le van las ganas de comprar una guía, pero la descripción histórica y paisajística e incluso espiritual no me sacarán de un apuro al llegar a Dar es Salam o Arusha y buscar un hotel, así que al final la compré, siempre ayudan estas vagas referencias pese a que el alma fluya místicamente entre descripciones y en un momento de euforia uno se sienta capaz de cualquier cosa, cuando esa mística euforia pasajera deja de fluir, la Lonely no es una mala compañera de viaje nunca. Así que incluí en mi equipaje 350 g más en concepto de “guía” si es que se le puede llamar así y dejo un remanente de tres kilos al vacio por si doy con los tesoros del rey Salomón… puesto que ya en tiempos de Marco Polo se pensaba que el tesoro provenía de la costa swahili a lo largo del Índico.
No menos se ha diferenciado este viaje por África del Este del emprendido por J.Reverte en El sueño de África, si bien recuerdo que fue hace ya unos dos años cuando leí el primero de la trilogía; Vagabundo en África, entre playa y parque que no me sirvió para otra cosa que no fuera ponerme los dientes largos. Creo que ese fue el germen de un cercano viaje a Marruecos y la consecución de un ambicioso plan que se urdió precisamente allí en tierras bereberes una fría noche cuando regresaba del monte Toubkal; el asalto al Kilimanjaro.

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